miércoles, 17 de noviembre de 2010

11-11-2010 (Las Vegas 2ª Parte - El Bellagio - Alvaro no viene?)

Comienza el día con una llamada de Alvaro, que tendría que unirse hoy a nosotros, anunciándonos que ha perdido el vuelo Londres-Las Vegas y que tardará un día más en llegar. El pobre tendrá que volar a Nueva York y después a Las Vegas... pobrecillo!!

El punto del día es que esta noche la pasaremos en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad (El Bellagio), pero no sin antes dedicar unos $$$$ al ocio ;-)
Lo primero que hacemos es subir a la torre del Stratosphere para ver la ciudad desde las alturas y disfrutar de las atracciones que hay en lo alto. Bueno, en realidad, Yiyi fue el único en disfrutarlas... Ni Samu ni yo tuvimos los ___  de subirnos :) Nos estaremos haciendo mayores???






Otra atracción de visita obligada era la de echar unas carreras en los mejores Kartings de Las Vegas... Y como era de esperar dejamos el nivel de los pilotos de El Palo por las nubes, no hubo nadie que nos hiciese sombra :)

Describir nuestra estancia señorial en el Bellagio es algo así como imposible, creo que ninguno de nosotros hemos tenido nunca tanto lujo alrededor. La habitación impresionante, en la comida solo tuvimos "sitio" para lo siguiente: cangrejo real de Alaska, osobuco, langostinos, ensalada de calamares, tiburon, cordero asado, ternera asada, ternera cruda, bacalao, ensalada de quinoa, ensalada de mozarela buffala, variado de sushi, niguiri y sashimi, pizza, pasta, salmon y atun rojo crudo de Alaska, el mejor pure de patatas de la historia, noodles, cerdo agridulce y por supuesto una botella de vino tinto de California para acompañar. Pero eso no fue todo, despues vinieron los postres: tiramisu, brownies, mini cornetos de mango y macadamia, mousse de chocolate con frambuesas, tarta de chocolate, tarta de lima, milhoja de nata y baklabas. La tarta de queso no la cogimos porque era sin azucar y eso no entraba en nuestra dieta... Que podíamos haber comido más? seguro!! Pero había que reservarse para la cena...




Después del panquete y de un ligero paseito por los jardines del hotel nos metimos en el Casino del Bellagio decididos a acabar con nuestra existencia allí: jugando, apostando, riendo, llorando, ganando, perdiendo, llorando, bebiendo y ... lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas...

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